Siendo la zona donde nació la ciudad de Santo Domingo, los habitantes de Santo Domingo Este deberían sentirse orgullosos, aun cuando su inmensa mayoría no sabe este dato… que la ciudad estaba «de este lado» en sus inicios.
Pero mucho tiempo ha pasado. Se construyeron barrios planificados, pero el resto ha sido creado por pedazos, invasiones incontroladas, a veces por personas aisladas, hambrientas, sin hogar, otras veces bajo el amparo de grandes mafias de invasores, ocupadores de tierras privadas para hacerlas suyas, historias que ya nadie recuerda pero que todavía hoy, existen.
El CEA aceleró el descontrol repartiendo terrenos varias veces, creando conflictos que siguen vivos, y así, poco a poco, pedazo a pedazo, se ha creado un Santo Domingo Este desplanificado, caótico… primero la choza, dos tablas y ya, luego el piso de tierra con el techo de zing y luego quien sabe, el bloque y mejor, el plato, no importa si no hay calles…. ya se hará.
Décadas de desorden amparado por las autoridades, las de ayer y las de hoy, locales y nacionales, todos tomando el pedazo de pastel, adueñándose de los mejores terrenos para luego venderlos o sembrarlos, quien sabe si parra poner las grandes empresas y almacenes que hoy se erigen en la zona.
las castas políticas nacionales vienen a cobrar su parte del presupuesto, por haber contribuido, ayer y hoy a la toma del poder.
Hoy tenemos barrios que son verdaderos cacicazgos, que se entienden dentro de si, con grandes niveles de pobreza y automatización, Santo Domingo Este es un territorio complejo, donde cada zona es diferente a la otra, descentralizados, los problemas de un barrio no atañen ni se parecen a los del barrio vecino, y a los vecinos no les interesa muchas veces el destino del otro.
En ese contexto, los candidatos a alcaldes prometen «salvar la ciudad», asfaltan dos calles sembrando esperanzas cuando la realidad es que para asfaltar la ciudad hace falta medio presupuesto nacional… lo demás, es cuento.
El destino medianamente honroso vendrá de la mano de alguien que piense más allá del beneficio personal y, de frente al mismo interés de los munícipes y de los grupos de poder, a veces mafias muy bien organizadas, logre, de un porrazo, hacer cumplir los estudios territoriales y hacer cumplir una planificación en el tiempo.
Los alcaldes no han entendido el proceso, o no quieren entenderlo, los munícipes guiados por sus lideres locales comunitarios tampoco, se retroalimentan entre si en el dame lo mio, un aberrante presupuesto participativo que niega el desarrollo planificado para sustituirlo por una rifa, los males de hoy son males acumulados por décadas de abandono y la no conciencia de que había que planificar.
Sin la conciencia de quienes somos nunca seremos más allá de un cúmulo de populistas buscando resolver y saciar nuestros propios intereses en detrimento del desarrollo de la ciudad.